martes, 28 de octubre de 2014

Eleonora Pereyra nos invita al viaje de la obra


En una entrevista anterior nos contaste que la obra “Los años sin condición” salía de un proceso de otro trabajo, contamos un poco el camino que te llevo a "Los años...
Creo que "Los años sin condición" es un punto de llegada. Todo comenzó con la necesidad de plasmar ideas y sensaciones como intérprete en un espectáculo. En el invierno madrileño del 2012 estuve casi tres meses tomando clases, viendo muestras, museos, teatro, tablaos, conociendo ciudades cercanas, y todo funcionó como una gran motivación para lanzarme a dirigir mis aventuras emocionales sobre la edad, la madurez, la maternidad, la vida, la muerte...
En el camino indagué en artistas plásticas femeninas de la modernidad, releí algún texto teatral guardado, me encerré horas en salas de ensayo, miré muchos videos de clásicos bailaores flamencos, y un día con todo eso me reuní con Erica Gigena para proponerle investigar y ver si podíamos armar "algo".
Logramos armar unos 15 minutos llamado "Estadios" una investigación corporal e interpretativa junto a Mónica Romero, Leticia Abella y Gertrudis Wyss. Por distintos motivos ese proyecto no prosperó y quedó ahí, pero fue un proceso muy enriquecedor. Entonces comencé a profundizar en la coreografía únicamente, y ahí surgió la posibilidad para armar lo que sería "Los años sin condición".  
                                                                                                                                       
La obra tiene una mirada muy femenina de todos los tiempos que transitan los personajes, como fue el proceso creativo?
No considero que en "los años..." haya personajes, prefiero considerarlos intérpretes, porque funcionan como vehículos de emociones, acciones, movimientos, sonidos y todo lo que se puede expresar con el cuerpo. El punto de partida fue la mujer en las distintas etapas de la vida (el bebé, la niña, la adolescente, la adulta y la anciana). Apelando a la imaginación de cada una, recreamos juegos y momentos para quedarnos con los más representativos de las ideas que buscaba transmitir.
La acción como disparador interpretativo para el movimiento, es lo que me ayuda a terminar de moldear las interpretaciones o las ideas que buscamos comunicar.


La danza y el teatro son dos disciplinas que están en tu formación, cómo fue la unión de ambas en la obra?
Tengo una formación principalmente de intérprete, donde el cuerpo en su totalidad es el instrumento que se expone en escena, desde su voz hasta los silencios, donde se piensa qué se quiere contar y cómo. Entonces busqué sensaciones e ideas que quería comunicar, y luego investigamos acciones que recrearan la imaginación para algunos momentos de la obra. Los bailes fueron montados con anterioridad como pequeñas células coreográficas, y una vez que todas incorporaron los pasos propiamente dicho, comenzamos a desarmar esas pequeñas coreografías para buscar las intenciones y las acciones. Igualmente, cada cuadro tiene una impronta más "actuada", "coreografiada" o "bailada" por clasificarlo de alguna manera. Yo no sé si es real la unión de danza y teatro, lo siento más bien como una unidad, pero no soy una entendida de los conceptos, así mejor lo dejo ahí (risas).

                          
4) Qué sigue después de "Los años...." ?
Estamos entusiasmadas para comenzar a trabajar ideas nuevas, sobre todo luego de la convocatoria que hicimos a mitad de año donde conocimos personas muy creativas. Por ahora, leyendo obras de teatro que motiven relatos, vínculos y personajes posibles. Igualmente todavía quisiera compartir "Los años sin condición" en otros circuitos y con más público, el trabajo de este equipo (Augusto, Fernando, Dani, Gise, Eri) pide más funciones! 



                                     NO SE PIERDAN LAS PRÓXIMAS 2 FUNCIONES

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T.A